Pues sí, ya es oficial. Por fin me he decidido a abrir este blog, con
la esperanza de que otros compañeros del oficio comenten y compartan
sus experiencias en este mundillo de los servicios técnicos de
reparación de ordenadores. Porque, seamos realistas, en los talleres
pequeños tenemos un 95% de clientela ejemplar y racional; pero ese 5%
restante, es el que nos hace olvidar a los otros 95, nos hace llorar de
frustración a veces, dudar de si estaremos haciendo bien las cosas, de
si seremos los protagonistas involuntarios de un programa de cámara
oculta, o simplemente plantearnos si el cerebro humano tiene un
funcionamiento común para toda la especie.
Y que conste que en esto de los blogs soy novata al 100%, así que cualquier sugerencia será leída y bienvenida.
La
decisión la he tomado porque gracias a la "crisis" económica que todos
sufrimos en este país, la proliferación de "clientes" con "consultas"
del tipo "...es que me da un pantallazo azul/no arranca/le intenté
instalar Windows 8 y ahora no me va, me puedes decir como
arreglarlo...?" ha llegado a la enésima potencia. Y sonríes y le dices
que sintiéndolo mucho, sin ver la máquina y hacerle unas pruebas, no le
puedes decir nada. Muy educadamente.
Y es que todos
queremos ahorrar un euro. Y eso está muy bien, y me parece fantástico,
pero de ahí a ahorrarnos ese euro a costa del trabajo/conocimientos del
tonto de la tienda del barrio, pues como que no. ¿Quieres ahorrarte la
pasta de la reparación haciéndolo tú mismo? Fantástico. Navega por la
red, consulta páginas y páginas de foros de gente con tu problema a ver
cómo lo han resuelto, si el lenguaje que utilizan te suena a chino
traduce con la wikipedia, o apúntate a un cursillo de programación por
correspondencia, a mí me da igual. Si la cosa te supera llama a tu
primo/amigo del cuñao del novio de la del bar, que sabe un mogollón,
pero que mogollóooooooonnnnn de esto de la informática, y de paso ponle
una velita a San Felipe Neri. Pero deja en paz al del taller, por Osiris
y por Apis, que estudió eléctronica durante 5 añitos de nada, y despues
un número incontable de cursillos de promagración, administración de
sistemas y redes y un enooorrrrrrme ETC, y ha adquirido la sabiduría que
da la experiencia de estos últimos 10 años reparando equipos, para
poder ganarse la vida de manera honrada. Y si los 50 euros (por poner un
ejemplo) de un formateo te parece un robo, estoy de acuerdo. El
formateo no vale 50 euros. Lo que vale 50 euros es saber que además de
formatear, ese señor del taller te deja el ordenador funcionando
perfectamente, con su correspondiente garantía sobre la reparación, y
que lo ha atendido un profesional que entre pitos y flautas estudió
entre 5-7 años para ello, más la experiencia de los años, y que además
te pone los drivers para que el sonido suene, y la imagen se vea, y que
tu sistema operativo está actualizado, y otro largo etcétera aquí. Y
eso, señores, además de los 40-50 minutos del formateo, 3 horitas fácil
de actualizaciones y 20 minutos de drivers. Así a ojo. A ojo, porque
cuento que no haya ningún problema subyacente en el equipo, y sea
razonablemente potente. Eso es lo que vale 50 euros. Igual que los vale
el trabajo de cualquier profesional, sea fontanero, carpintero, pizzero,
o se dedique a prefeccionar el arte de la contemplación del crecimiento
de las margaritas. Hasta donde yo sé, no hay ninguna persona que
trabaje de manera profesional para alguien gratis. Todos piden un
sueldo.
Supongo que en estos días todos los talleres
tenemos nuestra ración de lo descrito arriba, en mayor o menor medida, y
que realmente cuando nos calmamos y pensamos fríamente nos damos cuenta
de que en realidad no lo hacen a propósito. No se ponen nunca en el
otro lado del mostrador, ni siquiera se han dado cuenta de que a poco
que lo piensen, te están tratando como si no valieras nada, ni tú ni tu
trabajo, porque quiero creer, soy optimista, que realmente NO se dan
cuenta. Y porque si no lo creyera, creo que tendría que cerrar la
persiana y cambiar de oficio.
Sin más. Iré creando
nuevas entradas con los casos verídicos que estoy segura entrarán por la
puerta día a día, de forma totalmente anónima por supuesto, y con la
única intención de no sentirme sola en esta aventura.